La dinámica del relato

Comunicar para sobrevivir, dejar constancia, hacer memoria.

Para compartir una experiencia estética, un goce o un conflicto.

Comunicar para de construir, reconstruirnos / re significar.

Una de las razones por las que escribir causa tanto pesar y placer es porque nos afronta a esa caja de ideas, recuerdos, historias y experiencias que somos. En la escritura nos re significamos todo el tiempo. Y en esa re significación vamos poniendo nuevos elementos a la historia colectiva, como si esa aventura que iniciara en la Odisea ahora pudiera transformarse en una película sobre un hombre que retorna a casa. La anécdota es la misma, quizás el hombre en su humanidad, sus defectos y pasiones, pueda ser muy parecido (no hemos cambiado tanto al final) pero la forma en que escribamos esta anécdota, diariamente repetida, siempre será distinta.

Para explicarlo, me gustan estas dos citas:

"Vivir también es caminar por un territorio fronterizo entre conocimiento y creencia. Quizás por eso encontramos tan estimulante la tensión y la precariedad que nos induce el fantástico literario. "

Paolo Fava,

crítico.

y

"Los escritores escriben ficciones y los lectores leen esas ficciones porque son parte de una necesidad vital: imaginar mundos paralelos que parezcan reales."

Luis Eduardo García López, catedrático

Pero de todas formas, aún sabiendo que contarás la misma anécdota que surgió hace siglos, siempre hay que preguntarse ¿por qué quiero escribir lo que quiero escribir? ¿qué hay en mi caja cuerpo que hace resonancia con esta historia? ¿qué aportaré en la inevitable dinámica del relato que se formará entre mi textos y los lectores?